"Me he divertido mucho leyendo La hija de Robert Poste, de Stella Gibbons, porque además de hacer gala de una sátira envidiable, medida y certera, me encantan las novelas de época inglesas, tanto las digamos serias, como las cómicas que analizan los estereotipos y costumbres de aquellas sociedad con humor y cariño, como A la caza del amor, de Nancy Mitford. Y esta novela cumple con ambos requisitos con creces, además de estar muy bien escrita".

"Richard Yates es un libro perturbador. Lo que empezó como una lectura casual, dio paso a la curiosidad y de ahí a la necesidad. No es que el libro me enganchara, es que quedé enganchado al libro. Su narrativa parece sencilla y lo que se cuenta no parece ser nada excepcional (de hecho, en ocasiones es bastante casual), pero refleja a la perfección una parte de una generación posterior a la mía a la que no alcanzo a comprender del todo (y yo me considero relativamente joven con mis treinta y dos años). Tanto que, cuando ves cómo los personajes piensan, actúan y reaccionan, no puedes más que perturbarte al comprobar que, aun viendo ese cómo, no siempre alcanzas a comprender el por qué. Es más, en ocasiones parece no haber por qué.

No conocía a Tao Lin y cuando hablé del libro con mi compañero Emilio me dijo que él sí, que ese estilo aparentemente sencillo y en el que parece no ocurrir nada trascendente es una máscara que  esconde mucho trabajo a la hora de elaborar los personajes y escoger las palabras. Y no puede ser otra forma si quiero explicar esa necesidad de terminármelo que despertó en mí. Nada (y esto considero que vale también para el argumento del libro) es casual".

( Bernabé Naharro-  Librería Luces- Málaga)